La fotografía no se compone solamente de una serie de fotos que se vean bien. Detrás de ese verse bien hay un millón de cuestiones que pueden determinar la impronta del fotógrafo. Para muchos, eso se llama discurso, pero ese es un término bastante abstracto que muchos no comprenden en toda su dimensión.
En verdad, al igual que en muchas artes, la fotografía depende de quien la produce. No se trata solo de un negocio de carácter productivo, sino que el fotógrafo habla a través de su arte. En sus fotos se puede ver qué es lo que el fotógrafo captó o compuso y así, poder comprender cómo él habla a través de sus creaciones, lo que crea un discurso visual que perdura.
¿Qué partes tiene el discurso de un fotógrafo?
El discurso de un fotógrafo nace desde la misma concepción de la fotografía. Por ejemplo: los fotógrafos de la naturaleza, animales y plantas pueden pasar días solo esperando capturar una instantánea de algo que va a suceder, pero no se sabe cuándo. En cambio, hay otros fotógrafos que solo tienen la suerte del momento, disparan y consiguen la instantánea de sus vidas.
El esperar pacientemente o ser sorprendido es algo que se ve en la foto y que habla del discurso del fotógrafo. Pero hay más allá. La propia composición de la foto muestra ese discurso. Se puede ver si la foto está en movimiento, si es reposada, si fue capturada sin mayor concepción previa o si es algo que se estuvo buscando.
¿Cómo analizar el discurso de un fotógrafo en una foto?
De la misma forma que en las pinturas es posible distinguir pintores solo viendo y analizando las obras, lo mismo sucede con las fotografías. Generalmente -e incluso sucede con fotoperiodistas-, los fotógrafos suelen tener una línea discursiva que puede ser una temática. No todos tratan los mismos temas, por lo que siempre es muy importante empezar por entender qué tema aborda el fotógrafo y por qué.
A partir de ahí, puede comenzar un análisis de intenciones. Una vez se entiende de qué es lo que habla el fotógrafo y a qué tendencia pertenece, entonces será posible tratar de comprender qué buscaba el fotógrafo con sus productos. Esta intencionalidad es muy variable y está determinada por el entorno y el contexto en el que la fotografía fue tomada y también si pertenece a una serie o es una fotografía individual.
Finalmente, siempre será importante tratar de entender qué piensa la gente a raíz de esa foto. Como en cualquier arte, todo se trata de sensaciones, y si los espectadores de una fotografía ven y sienten determinadas cosas, entonces es posible que el discurso de un autor genere esos sentimientos.
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