Los pósters utilizan un lenguaje visual claro y directo. En general, una imagen de lo que desea comunicar y un fragmento de texto que le da cuerpo a la idea, logrando un complemento perfecto entre los dos lenguajes. Pero la imagen puede ser casi cualquier cosa, desde un dibujo hasta una fotografía. De este modo, el póster puede adaptarse a la idea que desea transmitir y tener un efecto más profundo en el espectador.
La verdad es que de manera muy simple: la fotografía debe ser, en primer lugar, de excelente calidad, es decir, manejar el lenguaje visual de manera excelsa. Los pósters de Desenio cumplen a cabalidad con este requisito, ofreciendo una factura de primera calidad y un diseño único para toda clase de ambientes y gustos.
Con la fotografía, y conociendo a ciencia cierta lo que desea comunicar, el artista del póster podrá trabajar sobre la imagen, incluir otras referencias y el texto, desde luego, si desea integrar la palabra al concepto. Eso sí, entre ambas partes deben hacer una conexión estilística, un sentido común que las una y logre un todo uniforme que tenga lógica. El póster en sí es una integración de todas estas partes, con el fin de dar a conocer un mensaje.
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